
Mayira Molina Benavente
Mayira Molina Benavente es Ingeniero Civil de nuestra Facultad de Ingeniería, promoción 2001. Actualmente vive en Palo Alto, California, Estados Unidos, junto a su marido -también Ingeniero Civil UdeC- y su hija pequeña de un año y medio. En lo profesional se encuentra trabajando part time en un proyecto llamado PowHer, del cual ella es co-fundadora; una plataforma online que busca impulsar la incorporación de la mujer en diversos rubros del mundo laboral, a través de referentes femeninos en diferentes roles.
Oriunda de Concepción, donde estudió en el colegio y posteriormente Ingeniería Civil en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Concepción. El primer año ingresó a Plan Común, ya que no tenía claro cuál era la especialidad que más le acomodaba, pero sí que pertenecía a ésta área del conocimiento. “Jamás en la vida me planteé estudiar nada relacionado con ciencias, biología, ni menos con historia. Me iba súper bien en el colegio, yo ahí era matea, salí con mejor promedio de cuarto medio, pero siempre supe que me gustaba algo relacionado con matemáticas o física, iba por ahí”.
Finalmente se decidió por civil, con mención en estructuras, sin embargo estuvo dudando también con Ingeniería Civil Industrial, pero una conversación que nunca olvidó con el jefe de carrera de dicha especialidad en aquella época, le ayudó en su decisión: “Me dijo que si estudiaba industrial y cuando terminara la carrera me daba cuenta que no era lo mío, jamás iba a poder ser ingeniero civil; en cambio si estudiaba ingeniería civil y después me daba cuenta que no era lo mío, podría realizar un magíster y ser industrial, y yo dije bueno, me parece una buena idea”, recuerda entre risas.
Cuenta que el estudio de su carrera requería mucha dedicación, y que si bien ella era aplicada durante su etapa escolar, incluso con los mejores promedios de su generación, al ingresar a la Universidad rápidamente se dio cuenta que ésta implicaba un esfuerzo mayor. “Era de las que me quedaba estudiando hasta tarde, y estudiaba con mis compañeros, y después llegaba a mi casa nuevamente a estudiar; era prácticamente un ratón de biblioteca”.
De su etapa universitaria guarda muy buenos recuerdos, especialmente de los académicos, a quienes menciona como profesionales muy capaces, muchos de ellos con doctorados y con un alto nivel de educación. “Creo que durante nuestros años estudios el cuerpo docente tuvo un valor muy importante en el desarrollo de todos nosotros como profesionales”.
Asimismo, valora la dinámica generada con sus compañeros de curso, y pone a la diversidad como uno de los valores fundamentales en el crecimiento personal y profesional que adquirió en la FI UdeC. “Tenía compañeros que venían de otras regiones, e incluso de distintos estratos sociales, pero acá éramos todos iguales, porque todos estábamos estudiando lo mismo, y se generaba este compañerismo súper valioso; acá uno ve distintas realidades, y me parece que es algo sumamente importante para uno en el futuro”.
Por otro lado, destaca de su Casa de Estudios la infraestructura con la que contaba cuando ella fue estudiante, con laboratorios muy equipados, respecto de otras universidades. “Creo que tener laboratorios y salas de clases adecuados, además de equipamientos en una carrera de ingeniería, es algo fundamental. No sé cómo estará ahora la Facultad, pero en mi época, la infraestructura en general era bastante buena”.
Trazando su carrera profesional
Una vez que Mayira se convirtió en Ingeniera Civil de la Universidad de Concepción, se apresuró por emplearse, intentando buscar alternativas acá en Concepción, pero comenta que no fue fácil y más aún para las mujeres en su rubro. Así fue como puso los ojos en Santiago y rápidamente ingresó a Edsa, actual Edyse, donde se desempeñó durante dos años, hasta que debió renunciar ya que a su marido, Joan Leal, también Ingeniero Civil UdeC, una generación mayor que ella, lo trasladaron a Sudáfrica por un año. Allá vivieron en Cape Town (Ciudad del Cabo), ciudad donde tiene operaciones la consultora de ingeniería portuaria PRDW, y para la cual Mayira también prestó servicios como ingeniera de forma part time durante su estadía.
Una vez de vuelta en Chile, continuó trabajando para dicha empresa, hasta el año 2015. “Ahí fue donde desarrollé mayormente mi carrera como ingeniero civil, porque ya tenía un poco más de experiencia, pero uno empieza como ingeniero junior, aprendiendo mucho de los demás. Después empecé a tomar cargos de project manager, estando más en contacto con los clientes y a cargo de grupos de trabajo; creo que fue una muy buena escuela trabajar ahí, además hay un grupo importante de ingenieros de la Universidad de Concepción”.
Y fue precisamente esa experiencia de tener que liderar grupos de trabajo, la que la llevó a realizar el Magíster en Ingeniería Industrial en la Pontificia Universidad Católica de Chile. “No me acuerdo que año sería, como el 2012 ó 2013 que empecé a tomar proyectos y sentí la necesidad de estudiar algo más, que necesitaba más herramientas, porque además durante la universidad aprendí que hay muchos líderes natos, pero que también uno se forma durante su carrera, y yo sentía que tenía esa necesidad, de aprender y de crear mi perfil de líder, moldearlo un poco más”.
En ese sentido, Mayira comenta que el liderazgo de equipos de personas no es algo fácil, ya que administrar las diferentes personalidades de los integrantes de un grupo, así como saber sacar el potencial de cada uno, es un proceso cuidadoso y de aprendizaje, que requiere de habilidades y competencias blandas que ella considera muy necesarias para la vida profesional. En este punto, reconoce que la formación en pregrado no es suficiente, pues su fuerte lo ponen en habilidades más técnicas, cuando en el ejercicio de la profesión ambas deben convivir para garantizar un desarrollo integral.
Entre sus logros y orgullos laborales, Mayira recuerda la responsabilidad más grande que debió asumir en PWRD, cuando sus jefes le propusieron ser la líder de un importante proyecto minero, en la que estaban trabajando paralelamente también otras empresas consultoras. Su misión era coordinar todos los trabajos y desafíos implicados, lo que significaba relacionarse de manera directa con el cliente, y por ende demostrar la trayectoria de su compañía, así como el nivel profesional de su equipo. En ese entonces Mayira tenía recién 30 años. “Fue un desafío importante en lo personal, porque yo tenía que liderar un grupo mucho más importante de trabajo del que había liderado hasta ese entonces; y en lo profesional también, porque la empresa confiaba en mí, y pese a que tuve apoyo de mi jefe, la responsabilidad era 100% mía, es decir, era yo quien tenía que lidiar con los representantes de la minera, que eran profesionales con mucha experiencia”.
PowHer: Empoderando a las Mujeres
A mediados del año 2016 Mayira y su familia se trasladaron a vivir a Palo Alto, California, debido a que su marido fue aceptado para realizar un executive MBA en Stanford. En esta Universidad la ingeniera decidió tomar algunos cursos en un programa abierto a la comunidad, denominado Continuing Studies. “Tomé cursos de materias que creo, no podría haber visto en Chile; de Design Thinking, e incluso después realicé un segundo curso, en el d.school, con los estudiantes de pre y post-grado de la Universidad, también de Design Thinking. Y este año (2017), curse el Ignite Program, que es un curso de innovación y empendimiento, pensando en que nos podríamos quedar en EEUU y que necesitaría algunas herramientas para ingresar allá al mercado laboral”.
Y fue en el Ignite Program en Stanford, donde nació el proyecto PowHer, que realizó con sus compañeros, todos de diferentes especialidades, quienes en el contexto actual vieron la necesidad de potenciar el rol de las mujeres en distintas áreas donde no son un porcentaje importante. “Es una plataforma online para ayudar a mujeres en la edad del college a tener más herramientas de decisión, cuando empiezan su primera carrera, sus primeros trabajos; en el fondo es una plataforma de información para mostrar roles de mujeres que han sido exitosas en distintas áreas, de forma que se empoderen y tengan una visión de algo que quizás no conocen”.
A su regreso a California, Mayira pretende dedicarse de forma part time a PowHer, además de asumir una oferta laboral que recibió de una empresa de ingeniería que está realizando proyectos de ingeniería renovable en México, y debido a que ella habla español, podrá ayudar con los trabajos de evaluación del impacto social que tendrán dichos proyectos, y cómo crear un programa de ayuda y mitigación para las comunidades.
Finalmente, ¿Cuál crees es el mayor aporte de las mujeres en Ingeniería?
Creo que las mujeres aportamos mucho en ingeniería, y también siento que hoy es un poco más fácil que hace 10 años atrás, porque hay más mujeres en el rubro, entonces existen referentes mujeres en cargos superiores, y las jóvenes tienen más modelos a seguir, con diferentes posibilidades. Porque muchas veces pasa que las que están tomando la decisión de elegir una carrera, no saben, o no conocen, o no tienen una influencia cercana, ni a una mujer que las pueda orientar, o incluso algunas veces pueden ser las primeras generaciones que entran a la universidad… Pero además creo que en todos los ámbitos, las mujeres somos súper necesarias, no solo en ingeniería; el valor que entregamos es importante en distintos ámbitos y profesiones, y es por eso que hoy en día en Estados Unidos y en Europa, se está potenciando que las mujeres ingresen a distintos campos en los que antes no participaban o eran minoría.