
Carolina López Venegas
Carolina López Venegas, Ingeniera Civil Química, actual Jefe de Medio Ambiente en Compañía Siderúrgica Huachipato, CAP Acero, es una profesional que representa muy bien el sello UdeC, equilibrando la vida laboral y familiar, con esfuerzo y perseverancia.
Carolina es la menor de tres hermanos. Está casada con Gabriel González, también Ingeniero Civil Químico, con quien ha formado su familia integrada además por la pequeña Rocío Montserrat de 7 años y Nachito Sebastián de 4 años. “Mi corazón debe dividirse en estos tres amores”, comentó.
“El primer año de ingeniería Plan Común fue muy difícil para mí, pero tuve tantos buenos amigos que me ayudaron a estudiar gracias a lo que logré pasar mi primer año. De ahí en adelante hubo algunos tropiezos que se convirtieron en grandes oportunidades que me convirtieron en la profesional que soy hoy. Con gran cariño recuerdo a mis profesoras Estrella Aspé, Ximena García y Claudia Ulloa”, señaló Carolina, quien posteriormente efectuó un Magíster en Gestión Ambiental en la Universidad del Desarrollo.
¿Qué le motivó estudiar ingeniería?
“Decidí estudiar Ingeniería porque era buena para las matemáticas, no estaba tan clara de la especialidad, pero en primer año me encanté con Ingeniería Química. La posibilidad de aprender cómo se producía casi todo lo que nos rodea me pareció muy interesante y por ello me incliné por esta especialidad. Posteriormente, hice los electivos ambientales en la misma carrera. La llegada del profesor Claudio Zaror con temas ambientales motivó el especializarme en esa temática y he tenido la fortuna de trabajar en el área que fue de mi interés mientras estudiaba”.
Su experiencia laboral partió en el Centro de Estudios Ambientales EULA de la Universidad de Concepción. “Fue muy interesante en el sentido de interactuar con profesionales de distintas áreas además de la industria para la cual se realizaban los estudios. Algo muy distinto a lo que fueron los años de carrera rodeada siempre de puros Ingenieros”, puntualizó la egresada UdeC, quien posteriormente llegó a CAP Acero, empresa en la que ha estado trabajando en el área medioambiental hasta la actualidad.
“Si bien he estado en la misma área, las funciones han ido cambiando y por ello los desafíos han sido distintos a lo largo de los años. Creo que he sido privilegiada de vivir el cambio generacional de nuestra empresa en la que hemos tenido que aprender de la experiencia de nuestros colegas más antiguos pero también aportar con nuevas ideas”.
Y si bien, los mencionados trabajos han sido los remunerados, para Carolina López su experiencia laboral partió antes, en el ramo “Proyectos”, donde junto a su grupo de compañeras tomaron una problemática o necesidad para diseñar equipos, evaluaciones económicas, planos, informes, etc. “Ahí es donde aprendí lo que era no trabajar sola y aprovechar al máximo las habilidades de cada persona respetando nuestras diferencias. Éramos solo mujeres y todas muy distintas, pero logramos organizarnos y obtener súper buenos resultados. Tengo los mejores recuerdos de esa época y gran cariño por mis compañeras”
Carolina finalizó la entrevista contando que su experiencia laboral ha sido como la de cualquier persona, con momentos buenos y malos, pero ha tratado siempre quedarse con lo bueno. “He sido afortunada con los jefes que he tenido que me han permitido desarrollarme y lo más importante es que en mi trabajo se me ha dado la posibilidad de compatibilizar mi vida familiar con lo laboral. Ya transcurridos algunos años trabajando he tratado de aprender de las demás personas con las que me ha tocado interactuar y siempre tratando de aportar en todo lo que se requiera de mí. En general sé lo que quiero ser y lo que no quiero ser y para eso aprender de otros es fundamental”.
¿Algún mensaje a las futuras ingenieras?
“Un mensaje que quisiera transmitir para cualquier ingeniera de nuestra facultad es hacer las cosas bien siempre. El ser mujer no es algo que resta sino algo que suma. Entendiendo que hombres y mujeres tenemos múltiples capacidades y podemos hacer nuestros aportes, en el mundo de la ingeniería el sello femenino sin duda es un valor cada día más reconocido. Es muy importante no auto discriminarnos sino que a través de nuestro trabajo ir mostrando de lo que somos capaces y colaborando cada día”