
Ana María González
Ana María González es titulada de Ingeniería Civil en Telecomunicaciones de la Universidad de Concepción (2010), y tiene un Magíster en Innovación y Emprendimiento de la Universidad Federico Santa María. Tiene 32 años de edad y es madre de un niño de 12, y a pesar de llevar menos de una década en el mercado laboral, ha tenido gran éxito en el área de la innovación tecnológica.
Su época como universitaria no fue fácil, de ahí el profundo suspiro al ser consultada sobre su etapa como alumna: “En el universidad yo fui tres en uno. En primer año tuve a mi hijo, y ahí obviamente cumplí mi rol de mamá, además de rendir como estudiante y como deportista, ya que fui becada en deporte, y tenía que representar de la mejor manera a la universidad en los distintos torneos. Por eso digo que fui tres en uno…”. Pese a la gran carga de actividades, la joven aprobó la carrera satisfactoriamente: “No siempre me sacaba sietes, pero tampoco fui mala, reprobé solamente un ramo, y fue en el periodo que nació mi hijo, ya que no pude dar los exámenes (…) cumplí con todas las asignaturas en los 6 años que correspondía, sacando un promedio cercano a 6”
Con gran nostalgia, Ana María reconoce que la relación con sus docentes y ex compañeros, y las experiencias como deportista, marcaron su estancia en la FI UdeC: «Con los profesores teníamos mucha cercanía. Yo ingresé en la primera generación de mi carrera, entonces éramos como los conejillos de indias, los pollitos, por eso los profes fueron muy acogedores (…) también mis ex compañeros de curso, con los que me sigo comunicado. Con ellos formé grandes lazos, sobre todo porque éramos un círculo pequeño, ya que nos titulamos apenas unos ocho. Además fui la única mujer en mi generación, así que para ellos, yo era uno más. También tengo muy buenos recuerdos en el ámbito deportivo, porque recorrí todo Chile representando a la Universidad como seleccionada de handball”
Ya en el plano profesional, Ana María señala haber tenido más de una complicación, sobre todo al momento de decir emprender: «El mayor desafío fue cuando quise salir del mundo laboral-dependiente. Dar ese paso fue difícil, sobre todo porque las metas y la vida cambian significativamente. Cuando estaba estudiando siempre me decía: voy a trabajar hasta los 45 años, después nunca más, pero eso sí, en mi propia empresa (…) duré 7 años trabajando como dependiente, y la verdad no me fue cómodo. El dejar ese mundo fue un gran desafío, porque la vida de empleada es mucho más cómoda que emprendiendo, y obviamente las lucas y la estabilidad cambian.”. A pesar de las dudas, la joven se convierte en emprendedora, una decisión que al cabo de un tiempo, resultó ser la más acertada: “He realizado varios proyectos, algunos no resultaron, pero otros han tenido mucho éxito. En el que estoy trabajando actualmente es UWORKS, un software enfocado en mejorar a las empresas en la administración de los recursos humanos. A través de este se busca mejorar el conocimiento de los incentivos y la inversión que se hace en las personas, dando seguimiento y cumplimiento a los objetivos que estos tienen (…) la premisa es generar transparencia tanto desde el punto de vista del trabajador, como de la empresa»
Durante su camino a la independencia laboral, la ingeniera comenta que participó en actividades de Gearbox, una plataforma de la FI UdeC que apoya el emprendimiento y la innovación: «He trabajado con Benjamín Germany (miembro de Gearbox) participando en algunos talleres. El último fue el de Ideas Labs. Encuentro que es una muy buena herramienta, que debería potenciarse más. No solamente hacerla funcionar en la UdeC, si no que debería ser una red entre varias universidades, porque hay mucho conocimiento, gente muy buena en todos lados”
Finalmente, para Ana María, las instalaciones y la formación estudiantil, son los pilares más fuertes que tiene la FI UdeC: “La infraestructura que entrega la Universidad y la Facultad en particular, es muy buena. Yo he conocido varias universidades; gracias al deporte, viajé a muchas, y de verdad la UdeC se destaca en este sentido. La ingeniería en sí, es una ingeniería dura, muy dura, porque nos crean muy científicos. Si nos comparamos con universidades de otros países, siento que estamos bien preparados, ya que podemos pararnos donde sea, hablar con facilidad y dar cátedra de información. Además, la Facultad está bien ordenada. En cada ramo que tuve, donde tenía que interactuar con otras carreras, las relaciones fueron siempre muy buenas, todo bien organizado. Además tuvimos muchos ramos electivos y complementarios que nos ayudaban a las habilidades blandas. Eso realmente lo destaco”